Lebron James está a punto de conseguir su cuarto título de la NBA tras llegar a unas finales contra el equipo de Miami Heat y ser ampliamente favorito sus Lakers por la profundidad que exhiben.
Pero detrás de las estadísticas y logros en el juego, existe una fisura en la corona “Del Rey”, un punto de quiebre que hace que James “sangre” al momento de cuestionar su legado y son las tortuosas comparaciones con Michael Jordan.
Esto es algo que semejante a una malformación genética, Lebron tendrá que vivir con ella por el resto de su vida, pero en él está en elegir como vislumbra el vaso, si muy lleno ya que está siendo comparado con uno de los mejores o vacío al entender que no pudo ni asomarse a esa grandeza con las finales en la que ha fracasado en su carrera.
A partir de este campeonato se va achicando la agenda de Lebron James en la NBA , tratar de conseguir por lo menos dos títulos más para igualar a Jordan o tres para estar por encima , algo que no es sencillo viendo lo competitiva que se está convirtiendo la liga.
Las comparaciones constantemente del jugador ícono del baloncesto en la actualidad con la leyenda de chicago Bulls, es algo para lo cual están preparados los grandes jugadores y con lo que ha cosechado en el basquetbol James le basta y sobra, pero esas constantes críticas son como gasolina para este talentoso hombre que juega con soltura como si tuviese apenas 25 años. Algún día el rendimiento bajará, no es extraterrestre pero quedará en la historia y se tendrá que hablar de él, bien o mal. La única diferencia de ambos jugadores es que de Jordan no se esperaba tanto, pero con Lebron desde la secundaria lo vislumbraban como uno de los mejores jugadores del deporte y no ha quedado a deber.