La tarde de este miércoles 18 de noviembre se dio a conocer que Robinson Canó dio positivo, nuevamente, al uso de drogas ilícitas para mejorar su rendimiento físico y deportivo. El segunda base de Mets ha tenido un buen desempeño en sus años como beisbolista. Sin embargo, sus problemas con las drogas han opacado ésto. Robinson Canó tiene un largo historial ‘oscuro’ por el cual, es más recordado dentro de la MLB; que por lo que hace en el terreno de juego.
La primera vez que Canó dio positivo a pruebas anti dopaje fue en 2018. En esa ocasión, fue por haber consumido el diurético prohibido “Furosemide”; mientras jugaba para Marineros de Seattle. Como castigo, el dominicano fue suspendido por 80 juegos y tuvo que pagar una multa de $12 millones de dólares.
Cuando los resultados de las pruebas realizadas por el Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de Drogas de las Grandes Ligas arrojaron positivo; Canó trató de defenderse, argumentando que «un doctor le había dado la sustancia para curar una dolencia médica» y que «no se dio cuenta de que le dieron un medicamento prohibido».
Alrededor de cinco años antes de este escándalo, Canó fue sospechoso de estar involucrado en el caso de la Clínica Biogénesis; de la cual se decía que se encargaba de proveer esteroides a los peloteros de MLB. Sin embargo, la culpabilidad del entonces jugador de Yankees no pudo ser probada.
Ahora, Robinson Canó ha sido suspendido por toda la Temporada 2021 de Grandes Ligas y además, perderá su salario de $24 millones de dólares; según lo determinado por la Major League Basseball y la Asociación de Jugadores de MLB.
Fuente AlBat.com