Un sin números de expectativas han girado alrededor del nuevo gobierno el cual fue elegido en las urnas , como así se han tejido alrededor del sector deportes en el país el cual  pedía a gritos nuevas medidas para desarrollar todo lo que corresponde a este órgano de la sociedad.

Los últimos años en el Ministerio de Deportes había una especie de apatía de como allí se tomaban las decisiones y agendaban el calendario de las actividades. Es tal el caso que el actual ministro Danilo Díaz está valorado de una forma negativa, donde a mi entender esto se debe a que no tiene un punto de referencia, no hay una luz en su gestión.

Quienes lo habían precedido en el puesto , tenían algo de que presumir y darse “bombos” como se dice popularmente, como por ejemplo el ex atleta de baloncesto Jay Payano en los gobiernos de Leonel Fernández se sustentó en mejorar la calidad de vida de los atletas de alto rendimiento que participaban en eventos internacionales.

Jaime David que entró en la transición de Danilo Medina al poder, se puede destacar que le dio prioridad al rescate de las instalaciones deportiva las cuales se veían bien tratadas aunque en la parte administrativa daba mucho que desear.

La gestión de Díaz, no tiene “ni pie, ni cabeza” por eso es que se ha generado tantas expectativas con relación a quien sería el nuevo ministro y que podría hacer para mejorar esta cartera.

En un escenario donde atravesamos una pandemia, es complicado gerenciar en cualquier área, ya que no hay referencia alguna de cómo hacerlo. Por el momento están varado muchos torneos internacionales, está limitado el hacer deporte tanto amateur como profesional y el deporte escolar puede que brille por su ausencia previendo un año escolar virtual. Una son las expectativas que puedan darse y otra la realidad que pueda encontrar el nuevo incumbente.

Esta columna será publicada este próximo lunes en el periódico El Tiempo.